Tú, Señor, Amigo, Vida, Luz.
Tú, Amor y Misericordia, eres bendito por el Padre Eterno, por tu madre Inmaculada.
Jesús, te amo.
Por el poder de tu Santa Sangre derramada suplico tu asistencia, tu perdón y protección.(Se sugiere mencionar la súplica o el favor, el problema o el dolor que por el cual se atraviesa)Tú, eres el Principio y el Fin.
Eres, Señor, el Verbo y el Amor de Dios.
Ante tus plantas me pongo, Salvador mío, y te ofrezco todos y cada uno de mis pensamientos.
Suplico tu asistencia, tu perdón y protección. Concédeme quietud, concédeme paz.
En tus manos me pongo, Padre, y confío en tu Palabra hasta el fin de mis días. Amén.
(Rezar un Padre Nuestro y un Credo).